Entre el ruido mental y el deseo de cambio
Hoy no vengo con una historia bien contada, ni con una idea completamente formada. Vengo con pensamientos sueltos, como suelen estar en mi cabeza la mayorÃa del tiempo. Esta entrada es más un desahogo que otra cosa. Una forma de poner orden dentro del caos que a veces soy yo mismo.
Últimamente, he sentido que tengo la mente saturada. Hay muchas ideas que me rondan, muchas ganas de hacer cosas, pero también mucho ruido. Y ese ruido se disfraza de distracción, de dudas, de cansancio. Tengo una lista interminable de lo que quiero lograr: mejorar mi inglés, programar mejor en C++, retomar la música, leer más, aprender cosas nuevas, incluso mejorar mi presencia en redes… pero cuando trato de priorizar, todo se revuelve otra vez.
Me cuestiono mucho. ¿Estoy persiguiendo mis verdaderos deseos o solo estoy tratando de impresionar a alguien? ¿Esto que quiero hacer lo deseo de corazón o es una forma de llenar vacÃos? A veces lo sé. A veces no.
Y no es que me sienta perdido del todo. Hay cosas que me anclan. Mi esposa, por ejemplo, tiene una forma tan particular de traerme de vuelta a tierra. Su manera de decirme las cosas, de estar presente, me recuerda que no tengo que tener todas las respuestas ahora mismo. Y mi hijo… él es ese pequeño motor que me impulsa a ser mejor. Sé que quiero dejarle un legado, algo que le inspire, algo que le sirva.
He estado programando más, y eso me ha ayudado. El código me calma. Me enfoca. Hace que los dÃas en el trabajo pasen más rápido y me da esa sensación de estar creando algo útil. Pero he perdido constancia en otras áreas como el inglés, y no tengo una explicación clara. Solo sé que me cuesta mantener el ritmo, que mis pensamientos van tan rápido que mi cuerpo a veces no los alcanza, y lo resiente. Literalmente. El estrés me somatiza en las manos.
Hoy, regresando del trabajo, decidà escuchar música de esa que te estruja el alma. Y entre canción y canción pensé: “quizá deberÃa empezar a meditar”. Lo he leÃdo, lo he escuchado, sé que ayuda. Pero, ¿y si empiezo con muchas ganas y luego lo dejo como tantas otras cosas?
Me cuestiono incluso el uso de mis redes sociales. Las he ajustado, pero sé que no era realmente necesario. ¿Estoy buscando validación? ¿Estoy huyendo de mà mismo? A veces solo quiero quedarme con este blog, con Instagram para lo visual y Mastodon para lo que quiero decir sin tanto filtro. Pero luego algo me impulsa a querer estar presente en todos lados, como si eso fuera una forma de sentir que existo o que avanzo.
Lo cierto es que quiero cambiar. Quiero mejorar. Quiero ser una mejor versión de mÃ. Y quizá este blog sea parte del camino.
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