El hermoso caos de ser nosotros tres
Nuestra vida cambió por completo, y aunque ya no es tan fácil salir espontáneamente al cine, tomar un café o escaparnos de la rutina sin mucho plan, ahora todo tiene un nuevo propósito. Lo que antes parecía sencillo, hoy requiere organización, porque nuestra vida ya no es solo nuestra: hace dos años que somos tres.
Tus días están llenos de mil tareas, y lo noto. Tus brazos se han convertido en refugio y tus horas ya no son solo tuyas. Sé que ahora el tiempo para arreglarnos o para nosotros mismos es más escaso, y que elegimos la comodidad antes que lo que solíamos usar para vernos más sexis, uno para el otro. Pero ¿sabes algo? Para mí que seguimos siendo una pareja increíble. Nuestra cama, que antes era solo nuestra, ahora es territorio compartido con nuestro pequeño explorador. Y aunque las cosas han cambiado, no dejamos de encontrar momentos para ser "nosotros", incluso cuando parece que no hay tiempo.
Entre el desorden de juguetes, el ruido y las tareas diarias, te veo. A veces desde el otro lado de la mesa o mientras sostienes a nuestro hijo. En esos momentos, somos más que papá y mamá; seguimos siendo compañeros de vida, cómplices en esta aventura que a veces es caótica, pero siempre vale la pena. Cada mirada que compartimos me recuerda que estoy en el lugar correcto, contigo y con él.
Sé que no siempre tengo las palabras o el gesto adecuado, y a veces el cansancio también me supera, pero valoro cada esfuerzo que haces. Lo estás haciendo increíble, y quiero que lo sepas. Algún día, tendremos tiempo para nosotros otra vez, para escaparnos sin prisas o recuperar la cama como nuestro espacio. Pero mientras tanto, sigamos abrazándonos, sosteniéndonos, porque lo que estamos construyendo ahora como familia es algo único. Nuestro amor es la base de todo, y no importa cuánto cambien las cosas, siempre estaré aquí, contigo y para mí pequeño gran cabecilla.
Con cariño.
Comentarios
Publicar un comentario